Capitulo 2

hoy estoy haciendo la tareas jajaja cumplo y les dejo otro capitulinguis... espero que les guste... de a poquitito se van a enganchar! ayuden a que se sume mas gente a leerla! en el flog tenia un monton de lectores, me gustaria poder contarctar a todos los que me pidieron que la siga...

Capitulo 2

Me subí a mi auto, que lo había dejado estacionado en la puerta de la casa de mi amiga Jeannette, y emprendí viaje a mi trabajo, si, tenía que ir hasta capital, así que puse la radio, los cuarenta principales, la que está siempre en mi auto, excepto aquellas noches que salgo con amigas que ponemos música de pachanga a todo lo que da y vamos cantando como locas.

En la radio sonaba “Miedo a perderte” de Casi Ángeles y yo la cantaba cual nena chiquitita. “Tú ya no estás, yo quiero estar siempre a tu lado y olvidarnos del pasado” amaba cantar esa canción, amaba Casi Ángeles. Y si como dice mi hermano, estaré un poco crecidita, pero no me afecta en nada lo que diga el, yo puedo hace mi vida y ver mi novela, incluso trabajo y los días como hoy que no la puedo ver la deje grabando. Soy feliz y fanática. Cuando termino esa canción siguió una larga lista de distintos artistas, escuche algo de Camila, que tuve que hacer fuerza para no deprimirme pensando en mis experiencias amorosas pasadas, un poco de reggaetón, y cuando me di cuenta ya le estaba mostrando mi credencial del teatro al señor que está en la entrada del estacionamiento. Deje mi auto y subí al teatro en sí, a la parte de bambalinas donde me encontré con mi jefa.

Lali: Eli!! Acá estoy

Elizabeth: Hay Marianella querida menos mal que llegaste temprano porque hay que desarmar los camarines también, me habían dicho que teníamos tiempo hasta mañana pero resulta (estaba un poco nerviosa y acelerada)

Lali: Eli, Eli, relaja, vamos a poder desarmar todo… no pasa nada… ni que fuera tan difícil sacar algunas chucherías de los camarines…

Elizabeth: La verdad que no se qué haría sin vos…

Lali: Y bueno es mi trabajo…

Elizabeth: Si la verdad

Lali: Bueno mira acá tenés la agenda de mañana, yo ya llamo a Víctor que me mande más gente para desarmar camarines.

El trabajo estaba bien repartido, ella se encargaba de guardar los vestuarios en su envoltorio correspondiente y en la valija de cada bailarín para que luego sea trasladada como corresponde. Yo tenía que supervisar, antes de que ella guarde los vestuarios, de que cada uno esté en condiciones  y que este el envoltorio correspondiente, y después tenía que supervisar a la gente de mantenimiento del teatro en el desmontaje de la escenografía. Víctor era el jefe de mantenimiento así que hable con él y me mando a cinco hombres más para el desarmado.

Ya empezaba a correr el tiempo y el trabajo hecho se empezaba a notar. La escenografía estaba casi lista. Pasadas las ocho de la noche recibí un llamado de Matías, mi… como decirlo… “amigo con derecho” tal vez…

Lali: Hola, hola…

Mati: Hola linda…

Lali: Como estas corazón?

Mati: Yo muy bien vos? Terminaste de ver tu novela?

Lali: Jajaja no ojala, estoy en el teatro ahora, haciendo desmontaje…

Mati: Huy bueno, está bien, no te jodo, trabaja tranqui (yo mientras le señalaba a cada uno de los hombres que estaban trabajando donde debían dejar cada cosa)

Lali: Nonono lindo, tengo un ratito para hablar con vos

Mati: Segura?

Lali: Sisi…

Mati: A qué hora salís?

Lali: No se, calculo que en una hora más o menos…

Mati: Querés que te vaya a buscar y vamos a comer? Para que no salgas sola digo…

Lali: No me jode salir sola, pero no tenés que poner excusas para venirme a buscar…

Mati: Entonces querés cenar conmigo?

Lali: Te espero nueve y media en el teatro, si vez que no salí espérame que salgo enseguida

Mati: Bueno linda, te veo nueve y media…

Lali: Dale Mati besito

Jeannette no me puede decir que yo no le doy una posibilidad a este chico. Obvio que le doy chances sino ni le atendería el teléfono. Pero hay algo de él que no me termina de cerrar, todavía no sé que es, cuando lo sepa ahí sí que no va a tener ninguna, pero ninguna chance.

Un rato mas estuve ahí, dando órdenes, indicaciones. Yo me encontraba parada en el medio del escenario señalando con mi dedo donde se debía poner cada cosa para que, luego, todo sea cargado en el camión, para transportarlo al otro teatro.

Elizabeth: Bueno Marita (así me decía cariñosamente) ya está por hoy, yo creo que ya saben cómo y dónde poner cada cosa así que listo, estas libre si falta algo me encargo yo…

Lali: Segura, mira que no tengo problema si necesitas algo me quedo un rato mas (mire mi reloj que marcaba las nueve y veinticinco de la noche, eso mostraba mi poco interés por Matías)

Elizabeth: Nono chiquita anda que seguro tenés cosas que hacer

Lali: Bueno (le di un beso y un abrazo y empecé a retirarme del escenario al camarín donde tenía mis cosas, que ya estaba desarmado)

Elizabeth: Haceme acordar que por el trabajo de hoy te mereces una recompensa

Solo me di vuelta y le sonríe porque sabía de qué hablaba, cuando teníamos mucho trabajo como esta, que no era el habitual, ella me daba un cheque con un porcentaje de la ganancia de cada obra que hacíamos, ya que yo me encargaba del montaje y desmontaje de las escenografías y algunas cosas de vestuario, y eso implicaba mucho trabajo. Con aquellos cheques son con los que me compre mi queridísimo auto, humilde, pero lindo y bastante modernito. (http://img.mundoautomotor.com/web/wp-content/uploads/2008/01/peugeot-206-live.jpg)

En fin, fui hasta aquel camarín que ya estaba vacío, solo había paredes blancas, un espejo y algunas pocas luces. Me retoque mi maquillaje, me perfume y me abrigue ya que el frio de Junio era bastante cruel. Me mire al espejo para ver si estaba presentable como para encontrarme con Mati. Un jean, unas botal altas marrones, una polera negra, un saco color beige, y mi collar favorito. No estaba mal. Por suerte voy bastante arreglada al trabajo, nunca se sabe que puede pasar. Me puse mi tapado, tome mi cartera y fui a la puerta. Y obviamente, ahí estaba Mati paradito esperándome con las manos en los bolsillos de su campera y un gorrito de lana que le quedaba lindo. En sí, él es un lindo chico, pero no sé qué es lo que me pasa con él.

Lali: Hola (me acerque a él y le deje un apretón en su labios, como solíamos saludarnos)

Mati: Hola linda (y me dio otro beso) como te fue?

Lali: Bien, agotador pero bien…

Mati: Me alegro… vamos?

Lali: Hay si dale… te estás muriendo de frio seguro…

Mati: Jajaja si un poquito

Lali: Hay pobrecito…

Tomo mi mano, lo mire y le sonreí, cuando estoy con él la paso bien, me trata bien, me cuida y me quiere. Fuimos hasta el estacionamiento del teatro donde yo tenia mi auto, ya que el no vino con el de él, porque era una pavada andar en dos autos. Obviamente le di las llaves, como siempre, el manejaba si íbamos juntos.

Continuara!